Se trata del proyecto de rehabilitación y ampliación de inmueble antiguo para apartamentos rurales, que surgen de las ruinas de una antigua casa-establo construida en 1900. Se ubica en Infiesto, a 239 m s.n.m. Se ha realizado una rehabilitación para transformarla en 3 apartamentos rurales. Se han abierto al público el verano pasado y se está tramitando el certificado Enerphit.
La idea inicial del proyecto era conservar los muros de piedra perimetrales y demoler el resto.
Se plantean 3 apartamentos que puedan funcionar de manera independiente o conjunta.
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El apartamento 1 es de una habitación.
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Los apartamentos 2 y 3 tienen dos habitaciones cada uno.
Esto implica que la superficie construida y la altura de la edificación original resultan insuficientes, por lo que se plantea una ampliación.
Tras un análisis de los condicionantes de la parcela (soleamiento, vistas, vegetación y topografía), se decide realizar la ampliación hacia el sureste, la zona más atractiva y soleada.
Manteniendo la tipología del inmueble original, con cubierta a un agua, se decide ganar fachada suroeste mediante dos quiebros en la volumetría, que permiten orientarse mejor al soleamiento y vistas, cumpliendo con los retranqueos a los linderos de la parcela.
Este desplazamiento permite también ganar independencia para los espacios exteriores de los tres apartamentos, que se plantean con pérgolas de madera y elementos textiles móviles que generen sombra en verano y permitan la entrada de radiación solar en invierno.
La cubierta se mantiene como un único elemento a un agua y de teja, como la original.
Se conserva el muro de piedra existente de la fachada norte como elemento de configuración del espacio exterior, aportando intimidad a las entradas principales de los apartamentos, pero sin función estructural, dejando constancia de las trazas originales del edificio.
El resto de los muros de piedra se conservan o, si no es posible, se reutiliza la piedra para levantar los nuevos muros, manteniendo la estética tradicional del entorno rural.
Durante la demolición, los muros no resistieron, y se decidió reutilizar la piedra para recomponerlos.
El resto de la construcción se realizó con materiales de bajo impacto ambiental, prefabricados en taller, como estructuras de entramado de madera y forjados de vigas de madera. Los promotores son carpinteros, y este proyecto refleja su filosofía de trabajo: combinar los muros de piedra existentes con una envolvente interior de altas prestaciones térmicas.