Se trata de una vivienda unifamiliar de nueva planta situada en el borde occidental del casco urbano de Navarredonda de Gredos (Ávila), a 1500 metros de altitud. El entorno en el que se sitúa conserva un marcado carácter rural, predominando las casillas auxiliares dedicadas antiguamente a la estabulación invernal del ganado, algunas de ellas ya rehabilitadas como
viviendas de turismo rural.
El diseño ha buscado la integración con la arquitectura tradicional local y la máxima eficiencia energética. La estructura es de paneles y costillas de madera contralaminada (CLT) de abeto, que al mismo tiempo aparece como acabado visto en la mayor parte de los interiores. Sobre esta estructura se dispuso una membrana de estanqueidad al aire y un aislamiento térmico de 24 cm de espesor de fibra de madera. Los acabados exteriores son de fábrica de granito local, fachada ventilada de tablas de castaño y cubierta de teja curva, en parte recuperada.
La edificación se organiza en dos módulos de diferente tamaño con dos plantas cada uno, unidos por una única cubierta y conectados por un espacio exterior intermedio. Cada uno de estos dos módulos puede funcionar de modo independiente o de forma conjunta, con sendos recuperadores de calor y sistema de calefacción y agua caliente mediante caldera de pellets.